DANI BECERRA | Esteban de las Heras Rusiñol (Tarrasa, 1960) es uno de los corredores más carismáticos de las Pitiusas. De profesión cartero, a sus 63 años conserva la vitalidad de joven veinteañero. Habla de atletismo con gran pasión y energía, la misma que desborda allá donde va.
Durante todo el año, es fácil verle correr o nadar en Ses Salines; su particular centro de alto rendimiento cuyos senderos conoce al milímetro. Entregado en cuerpo y alma al atletismo, sus piernas también batallaron en diferentes equipos de fútbol de la segunda y tercera división.
Pregunta. – ¿Es cierto que rl fútbol te trajo a Ibiza?
Respuesta. – Exacto. Llegué en 1985 a raíz de una oferta del Ibiza. Yo no lo tenía nada claro pero mi padre mi animó y acepté. A los dos días ya le estaba pidiendo que me mandara la ropa de invierno. Enseguida supe que este era mi sitio. Soy 100% ibicenco.
P.- Y cuando dejas el fútbol y entras en el atletismo, ¿qué diferencia encuentras?
R.- El fútbol me encanta, pero hay cosas que me apenan. Por ejemplo, muchos padres no colaboran y con sus acciones lo ensucian. En el fútbol hay unas envidias muy malas, en cambio en el correr no. Lo que se respira en el atletismo no lo hay en ningún sitio. Aquí el ambiente es de buena energía y absoluto compañerismo.
P. – Entonces, con qué te quedas: ¿fútbol o atletismo?
R. – Lo tengo claro, si volviera a nacer sería atleta. Con el fútbol viví una etapa maravillosa pero las sensaciones que he vivido como atleta no las he tenido como futbolista. El atletismo tiene algo que te engancha de una manera sin igual. Es un trabajo individual con una recompensa más allá de mejorar tiempos.
P.- ¿Recuerdas cuál fue la primera carrera en la que participaste?
R. – Sí. Fue en 1990, un cross que se disputó en Buscastell donde, además, quedé el último. Yo pensaba que al venir del fútbol destacaría, pero nada más lejos de la realidad. No me lo podría creer, vaya debut… ¡quedé el último!
P. – ¿Qué significa el brazalete que llevas en cada carrera?
R. – Es un Gri-Gri del Senegal, lo llevo desde 2004. Este amuleto no se vende, allí lo regalan a la gente de buen corazón. Es una reliquia que me protege durante todo el día.
P.- ¿Lo llevas todo el día?
R.- Todo el año. Es algo que ya forma parte de mi cuerpo. Tengo un vínculo muy especial con la gente del Senegal, colaboro enviando ropa y zapatillas.
P.- ¿Tienes fama de ser muy estricto con la alimentación?
R. – Como de todo, pero es cierto que cuido mucho la dieta. Pero al igual que cuido el sueño, el descanso, el ir al gimnasio… Si no lo hiciera, con la edad que tengo, no estaría corriendo a mi nivel. Es verdad que soy muy metódico y muy disciplinado, es mi filosofía de vida.
P. – ¿Y cuántos días a la semana entrenas?
R. – Todos. Mi horario de trabajo me permite entrenar cada día. A mi cuerpo le sienta bien, es algo que llevo haciendo toda la vida.
P. – ¿Por eso estás fino todo el año?
R. – (Risas) La verdad que no paro en todo el año. Ahora estaré en 60 o 61 kilos y mi peso para dar cera está en los 59 kilos.
P. – ¿Cómo llevas que la veteranía te vaya restando punta de velocidad?
R. – No te voy a mentir, me ha costado un poco aceptarlo porque soy muy competitivo, pero es ley de vida. Hay que tener los pies en la tierra. Mucha gente a la que entreno ya se me va y no los puedo enganchar, pero debo vivir con ello. No puedes comerte el coco por eso porque si no dejas de disfrutar.
P. – Eres de los pocos que se resiste a correr con reloj GPS.
R. – Nunca he corrido con reloj. Yo tengo el ritmo asimilado en el cuerpo, no me hace falta. Ahora hay una adicción por la tecnología brutal y eso está causando graves problemas personales.
P. – ¿En qué tipo de competición te has sentido mejor?
R. – En donde más he disfrutado ha sido en el cross. Por mi estatura y mi peso, al haber mucha curva, sube y baja siempre me defendí bien. En las carreras de montaña también he sido competitivo.
P. – ¿Cuáles son los principales errores que comete un corredor?
R. – Entrenar por encima sus posibilidades. Muchos corredores se dejan llevar por la euforia y entrenan como si estuvieran en una competición. Y no hace falta tanto. También hay muchos corredores nóveles que infravaloran la distancia y sin apenas experiencia ya quieren correr un maratón.
P. – ¿Has corrido algún maratón?
R. – Sólo he corrido dos y en ambos hice de liebre. El primero fue en Santa Eulària, Toni Roig me pidió que hiciera de liebre a Toni Suñer a ritmo de 3:45 hasta el kilómetro 37. Al final lo acabé en 2 horas 42 minutos. Quedé contento.
P. – ¿Qué te parece el momento que vive del running?
R. – Genial. Hay mucha afición y todo lo que sea seguir fomentar el deporte es positivo. La parte negativa es que hay mucha gente que en lo único que piensa es correr para coger su medalla de finisher para colgarla en Facebook o Instagram, en vez de disfrutar de lo puramente deportivo.
P. – ¿Y eso es una moda pasajera o ha llegado para quedarse?
R. – Espero que acabe deshinchándose. Como te digo hay mucha gente que corre por el postureo runner y al final supongo que acabaran aburriéndose y encontrando otro sitio donde lucirse.
P. – Pero es verdad que el nivel competitivo también ha subido.
R. – Por supuesto. La gente ha mejorado muchísimo y está muy motivada. Antes éramos cuatro gatos y siempre estábamos ahí los mismos. Ahora hay una competencia brutal. Por ejemplo, con un tiempo equis que antes quedabas entre los 20 primeros, ahora te vas por encima del 50 de la clasificación.
P. – ¿Cuál es tu carrera favorita del calendario pitiuso?
R. – No te podría decir una. Me gusta mucho la Passeig a Passeig, el 10K Ibiza-Platja d’en Bossa o el Ibiza Trail Maratón de Sant Antoni. Son pruebas con algo especial que no me gusta perderme y que disfruto mucho.
P. – ¿Qué es lo mejor que te ha dado una vida entregada al deporte?
R. – Todo. Gracias al deporte estoy rodeado de gente maravillosa que me quiere y me apoya. Allá donde voy siento el cariño de toda esa gente y eso es muy bonito. Además, el atletismo te alarga la vida. Yo me levanto cada día a las 4:30 de la mañana y a las 5:30 empiezo a trabajar. No me falta energía.
P.- Muchos corredores buscan en ti asesoramiento, ¿cómo llevas la faceta de entrenador?
R. – Sinceramente, ahora es con lo que más disfruto. Para mí es un honor y un orgullo dirigir entrenamientos y ver cómo la gente mejora. Tengo infinidad de casos de atletas que incluso me han hecho emocionar.
P.- ¿Cuál es el corredor que más ha admirado?
R. – Para mi Texas (José Antonio Planells). Tú lo has visto correr, ¿has visto la técnica que tiene? es muy elegante, una maravilla. Él viene del tenis, pero en el asfalto es crack. Y como persona un fuera de serie.
P. – ¿Cuál es tu próximo objetivo?
R. – Precisamente este fin de semana voy a participar en el triatlón Olímpico de Formentera.
P. – Durante todo el año es habitual verte en Ses Salines, ¿no te agota tanto sol y playa?
R. – Al contrario, eso es energía para mí. En verano termino de trabajar a las 13 horas y voy directo allí corriendo o en bici y no regreso hasta última hora de la tarde. Siento predilección por este trocito de tierra.
P. – ¿Cómo te gustaría ser recordado?
R. – El día que me muera quiero que esparzan mis cenizas en la playa de Salines y que la gente corra por allí en mi me memoria. Aunque sea hasta la torreta y volver. Y ese día no quiero lloros ni tristezas, solo alegría, que la gente corra y yo poder verlo desde arriba.